Moho

03 noviembre 2006

LAS GUERRAS DE PAPÁ

Las guerras apestan, enemistan, se enquistan, dividen, huelen a carne corrompida y suenan a silencio. Pero, por encima de todo, provocan un efecto mucho más pernicioso: los niños aprenden a odiar demasiado pronto.












FOTOS: Chechenia (2), Chiapas, Irak, Palestina y ex Yugoslavia

1 Comments:

At 11:58 a. m., Blogger Snorkel said...

Resulta paradógico que una guerra sea la mayor demostración de inteligencia humana. El resultado, como siempre, el más desgraciado.

 

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